El autogobierno bíblico
Los hombres, en una palabra, deben estar necesariamente controlados, bien sea por un poder dentro de ellos o por un poder fuera de ellos; bien por la palabra de Dios o por el brazo fuerte del hombre; bien por la Biblia, o por la bayoneta. —Robert C. Winthrop, Addresses and Speeches on Various Occasions, 1852
Autogobierno bíblico: El deseo y la capacidad de someterse voluntariamente a la autoridad ordenada por Dios, sin ser forzado, coaccionado ni constantemente recordado de hacerlo. “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:15–17). Una vez que Adán hubo recibido la ley, dependía de él someterse voluntariamente a Dios y obedecer Su ley. Dios no colocó guardias alrededor del árbol para obligar a Adán a mantenerse alejado. Dios no puso una cerca alrededor del árbol del conocimiento del bien y el mal para mantener a Adán a una distancia prudencial. El autogobierno era el medio principal por el cual el hombre debía ser gobernado.
1 Samuel 8:5–20 5 Y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.6 Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová.7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.8 Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo.9 Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. 10 Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey.11 Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro;12 y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.13 Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras.14 Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos.15 Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos.16 Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras.17 Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos.18 Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día. 19 Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros;20 y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras.
Estos son los aspectos fundamentales del texto anterior :
- Los israelitas querían un rey que los gobernara, igual que todas las demás naciones (v. 5).
- Dios dijo que su deseo era un rechazo de Él como Rey de ellos (v. 7).
- Dios le dice a Samuel que le advierta al pueblo de lo que están a punto de hacer (v.9).
- Samuel les dice todas las maneras en que se iban a esclavizar a un rey humano y que iban a clamar a Dios por causa de la opresion, pero que Dios no les escucharía (vv. 10–18).
- El pueblo se negó a escuchar y demandó que se les diera un rey para que les gobernara, a fin de que pudieran ser como todas las demás naciones y para que el rey peleara las batallas por ellos (vv. 19–20).
Números 11: 18–20 18 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis.19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?
¡Dios les concedió los deseos de sus corazones malvados hasta que les salió por las narices!
- El rey se llevará a vuestros hijos y los pondrá a su servicio donde quiera y cuando quiera que lo desee. Algunos como personal military, otros como trabajadores forzados para labrar sus campos.
- El rey se llevará a vuestras hijas para que sean cocineras y panaderas.
- El rey confiscará vuestros campos y viñedos y los tomará para sí.
- El rey diezmará vuestras mieses como impuesto.
- El rey tomará de vuestros siervos, vuestras siervas y vuestros rebaños y los hará suyos.
- Y por último, pero no menos importante: “seréis sus siervos.”
Como al Señor y no a los hombres
Efesios 6:5–95 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;7sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.9 Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
Nada nuevo debajo del sol
Topics: Biblical Law, Government