Impacto de Rushdoony en la Escatología
Postmilenialismo. La escatología que enseñaba que el mundo entero se convertiría a Cristo antes de Su regreso en gloria y del inicio de la Eternidad.
- Martin G. Selbrede
Postmilenialismo. La escatología que enseñaba que el mundo entero se convertiría a Cristo antes de Su regreso en gloria y del inicio de la Eternidad. El punto de vista que trataba a la Gran Comisión como más grande que el alcance de la debilitada imaginación del hombre. La idea de que Jesucristo un día sería literalmente el Salvador del Mundo (Juan 4:42) al haber atraído a todos los hombres hacia Sí. (Juan 12:32).
Postmilenialismo. A principios de la década de 1970 era el Rodney Dangerfield de las escatologías: no merecía ningún respeto. Era la escatología que nadie tomaba en serio. Los postmilenialistas eran vistos como los creyentes en una Tierra plana en el mundo de la escatología. Eran desechados como no bíblicos en base a la autoridad de eruditos de otros campos, que tildaban a los postmilenialistas como en desacuerdo con las Escrituras y con el mundo en que vivimos. La teoría era irrealista, desacreditada, sin base, y privaba a la Iglesia de la esperanza bienaventurada (como la definían los eruditos que se le oponían).12, un título que niega implícitamente que el postmilenialismo sea una opción legítima, digna de ser tenida en cuenta. El postmilenialismo no solo no estaba en el juego, sino que ni siquiera estaba en el banco. Oswald T. Allis escogió guardarse su postmilenialismo para sí, prefiriendo la etiqueta más respetable de “anti-kiliasta” (anti-premilenial) al menos hasta el momento en que apareció por primera vez en imprenta la obra de Roderick Campbell Israel and the New Covenant (Israel y el Nuevo Pacto). El postmilenialista Benjamin Breckinridge Warfield, un teólogo muy respetado del Seminario Teológico de Princeton, murió en 1921. El Dr. Loraine Boettner no entró en Princeton hasta ocho años más tarde. Warfield y Boettner nunca se conocieron, pero Boettner continuó hasta llegar a ser el único postmilenialista con suficiente testosterona espiritual como para escribir un libro, a mediados del siglo 20, que defendía la postura postmilenial. ¿Era una voz solitaria que clamaba en el desierto,34 Los partidarios de amilenialismo y del premilenialismo en realidad no sentían ninguna simpatía por la forma anterior del postmilenialismo, por supuesto, pero al referirse a ella nostálgicamente como “más suave” daban a entender que el postmilenialismo de Rushdoony era implícitamente áspero: una creación enteramente nueva. Los polemistas introdujeron una cuña de diferencias entre el postmilenialismo teonómico y el postmilenialismo evangélico. En la práctica decían: “Si usted tiene que ser un postmilenialista, sea uno de la vieja escuela como los pasables Boettner, o Hodge o Warfield,5 6 ha puesto al descubierto el punto débil de sus críticos. Si hay algún reemplazo, como es sancionado por el gran profeta Isaías del Antiguo Testamento, es a todas luces temporal. Dios es capaz de injertar de nuevo las ramas naturales, de igual manera que injertó las ramas silvestres (los gentiles). Lo que enseñan sin falta las formas más puras de postmilenialismo es que Dios va a hacer esto en el sentido literal de lo que aparece en Romanos 11.25-26.
El postmilenialismo, como lo entendemos de los últimos escritos de Rushdoony sobre el tema, no nos propone una teología del reemplazo, sino más bien una teología del reinjerto. Este retorno del pensamiento puritano sobre el postmilenialismo es quizás otra razón por la que la versión de Rushdoony fuera llamada postmilenialismo teonómicopara distinguirlo de la teología evangélica, que por su tono estaba más cercana a un amilenialismo optimista y también con respecto al asunto del suplantacionismo. Al despejar de hierbas el sendero trazado por los puritanos, el postmilenialismo se hizo más inmune a la acusación, que pudo verse que, al menos, estaba muy mal formulada. Esto es especialmente válido para la explicación de Rushdoony sobre Gálatas 4:22-31 7 89
Hay multitud de recursos que sirven para un apoyo exegético del postmilenialismo: los históricos procedentes de los grandes eruditos bíblicos de los siglos pasados y una cantidad cada vez mayor de libros y conferencias modernos, que son cada vez mejores Pero entender el significado de este enfoque de las Escrituras significa captar las implicaciones de esta esclarecedora monografía de Rushdoony..
El punto final
En el segundo tomo de la Systematic Theology (Teología Sistemática) de Rushdoony,10
1 No pasó mucho tiempo después de la Primera Guerrra Mundial sin que aparecieran publicados ataques al postmilenialismo. Postmillennialism and the Higher Critics (El postmilenialismo y la alta crítica) por Andrew Johnson y L. L. Pickett fue un rudo ataque de 445 páginas a los postmilenialistas, publicado en 1923 por Glad Tidings Publishing Company de Chicago. Los escritores atacaron exclusivamente a los eruditos con tendencias liberales, por lo que asociaron al postmilenialismo con hombres que jugaban con las Escrituras, en contraste con que los premilenialistas aparecían como campeones de la fidelidad a la Escritura.
23 Es justo reconocer que J. Marcellus Kik y otros pocos eruditos elaboraron obras premileniales durante este mismo período, que, a pesar de sus méritos, tuvieron menos influencia que las contribuciones de Boettner.
45 Warfield, debe señalarse, fue al menos tan teonómico como Rushdoony o Bahnsen. Vea su exposición de Mateo 5:17-20 en Biblical Doctrines (Grand Rapids, MI: Baker Books, 2003; 1932), 293–299. La idea de que el enfoque teonomista de Mateo 5:17-20 es una innovación reciente de Rushdoony o Bahnsen se puede demostrar que es falsa. La opinión de Warfield estaba basada en el análisis exegético del notable exégeta del griego H. A. W. Meyer, publicado antes de estallar la Guerra Civil de los Estados Unidos. El artículo de Warfield apareció por primera vez en 1915, más o menos cuando el gas iperita era empleado en la I Guerra Mundial.
67 R. J. Rushdoony, Romans and Galatians (Vallecito, CA: Ross House Books, 1997), 375–384.
89 Los números de las páginas son los de la reimpresión (Vallecito, CA: Chalcedon Foundation, 1997), y no los del tratado original de 1977.
10 Rushdoony, Systematic Theology (Teología Sistemática) en 2 tomos (Vallecito, CA: Ross House Books, 1994), 785–898.
- Martin G. Selbrede
Martin is the senior researcher for Chalcedon’s ongoing work of Christian scholarship, along with being the senior editor for Chalcedon’s publications, Arise & Build and The Chalcedon Report. He is considered a foremost expert in the thinking of R.J. Rushdoony. A sought-after speaker, Martin travels extensively and lectures on behalf of Christian Reconstruction and the Chalcedon Foundation. He is also an accomplished musician and composer.