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¿Cómo puede una sacerdotisa cristiana ser musulmana?

Usted podría pensar que cuando un ministro o sacerdote cristiano ordenado hace una profesión de fe pública en una religión no cristiana y la practica en público, algún tipo de disciplina de la iglesia sea de esperar.

Lee Duigon
  • Lee Duigon,
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No tendrás dioses ajenos delante de mí…. porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso —Éxodo 20:3, 5

Usted podría pensar que cuando un ministro o sacerdote cristiano ordenado hace una profesión de fe pública en una religión no cristiana y la practica en público, algún tipo de disciplina de la iglesia sea de esperar. En dependencia de las circunstancias, el ofuscado clérigo podría ser sujeto a una reprensión formal y una exhortación a arrepentirse, o ser despojado de los hábitos, o incluso excomulgado.

Usted pensaría que un caso semejante sería muy embarazoso para cualquier iglesia y un golpe a su credibilidad, que debilitaría su testimonio de Cristo.

Pero si la entidad eclesiástica en cuestión es la Diócesis Episcopal de Olimpia, Washington, estaría equivocado en todo lo anterior

La Rev Dra Ann Holmes Redding, que ahora se congrega en la Iglesia Episcopal San Clemente de Seattle, ha estado recientemente en los titulares nacionales al revelar que también adora como musulmana en el Centro Al-Islam, en la propia ciudad, y que lo ha estado haciendo durante casi un año.

Ella es todavía una miembro en plena comunión de su iglesia, sigue siendo sacerdotisa… y sigue siendo, según dice, una musulmana. No se ha solicitado ninguna disciplina de la iglesia.

¿Cómo puede ser esto?

El Caso Redding

Solicitamos entrevistas tanto con el obispo actual de Olympia, Vincent Warner, como con el obispo recién electo que tomará posesión este otoño, el Dr Gregory Rickel, pero ninguno de los dos concedió la entrevista. De todas formas ha habido suficiente cobertura en The Seattle Times, The Episcopal Voice y en todas partes, que nos permite discutir el caso.

La Rev Reding le dijo a The Episcopal Voice (junio de 2007: “On being Christian and Muslim” [“Ser cristiana y musulmana”]) que la doctrina cristiana de Jesucristo como Hijo Unigénito de Dios “no es literal” y comparó las afirmaciones de los credos cristianos a “los juramentos de las fraternidades : uno tiene que decir esas palabras para ser parte del club”.

Desde 2001 hasta está primavera, Redding ocupó un cargo en la Catedral de San Marcos, Seattle, “a cargo de programas para formar y profundizar la fe del pueblo”.1 En marzo de este año perdió su puesto, debido a razones presupuestarias, dijo el deán de la catedral, que no tenían nada que ver con su profesión de fe en el Islam, según The Seattle Times.

Redding cita su “temprana exposición a las relaciones interconfesionales” (The Episcopal Voice) como un factor de su decisión de practicar dos religiones simultáneamente; bautizada por un ministro metodista episcopal africano, escuela dominical en una iglesia episcopal, grupo de jóvenes unitario, etc. Dice que fue introducida a la práctica de la oración musulmana en 2006 e inmediatamente “supe que había estado resistiéndome a un llamado al Islam” (The Episcopal Voice). “Yo había estado siguiendo a Jesús y Él me llevó al Islam”, dijo ella.

Tras las huellas de Jeroboam

El sincretismo, definido por R. J. Rushdoony (citando al diccionario) como un “compromiso flagrante en religión o filosofía” es la palabra que se aplica aquí.2 La entrevista de Redding en Voice es una mezcolanza de sentimientos, pensamiento confuso y falsa teología. Por ejemplo, ella encuentra irresistible la práctica musulmana de orar cinco veces al día, como si hubiera algo que le impidiera a un cristiano orar 5 veces al día o más.

Como dice Rushdoony, el sincretismo “es destructor de la mente humana, de la racionalidad… [El que ha abrazado el sincretismo] ha perdido la capacidad de pensar claramente”.3 Si un hombre cree que el cristianismo ortodoxo puede reconciliarse y unirse, o vivir en paz con el modernismo, el humanismo, el mahometanismo o el budismo, ese hombre es un sincretista, no un cristiano. Un sincretista siempre ha abandonado su posición original, aunque se niegue a reconocer ese hecho”.4

El sincretismo ha existido por largo tiempo y siempre es ofensivo a Dios. Hace casi 3000 años Jeroboam I, el primer rey del norteño Israel, instaló ídolos de oro en Betel y Dan, porque “Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel…” (1 Reyes 12:28). Esta fusión del judaísmo con el paganismo que inició Jeroboam, “hizo pecar a Israel” (1 Reyes 15.34).

“Interconfesión” es simplemente otro nombre del sincretismo: tratar de combinar todas o varias religiones contradictorias en “una sola senda que conduce a Dios”.

En el contexto de una iglesia que ha abrazado el sincretismo o, como lo dicen ellos, se ha comprometido con el movimiento interconfesional, las acciones de Redding no están fuera de lugar.

La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos tiene un fuerte compromiso interconfesional, para decirlo suavemente. En realidad, la iglesia ha promovido abiertamente el misticismo islámico y judío, la danza hindú y la adoración real a las diosas paganas.5 Sus iglesias más grandes y más famosas, la Catedral de San Juan el Teólogo en la ciudad de Nueva Cork y la Catedral nacional en Washington D. C., para nombrar dos de ellas, acogen regularmente “eventos interconfesionales” que incluyen todo lo arriba mencionado

San Clemente de Seattle no es una excepción. Como dijera Redding al Voice, “El trabajo interconfesional no es solo sentarse en una habitación con un grupo de personas para reconocer nuestras diferencias y similitudes. Para mí, el trabajo interconfesional se produce cuando yo respeto a los demás y a Dios lo suficiente como para reexaminar mis propias creencias”. Bueno, por cierto que ella ha hecho eso.

Desprecio por la Ley

Rushdoony escribe: “El Primer Mandamiento, al condenar cualquier otro dios o fuente de poder, esta condenando al sincretismo…. El sincretismo en cualquier área sale a relucir cuando hay un desprecio por la ley”.6

La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos es notoria por mostrar falta de respeto a las leyes de Dios referentes a la moralidad sexual. La Diócesis de Olimpia está dedicada a desmantelar las prohibiciones bíblicas de la actividad homosexual. Su sitio web (http://pop.olympia.anglican.org/

1. Janet I. Tu, The Seattle Times, Junio 17, “I am both Muslim and Christian,” (“Soy musulmana y cristiana”) http://seattletimes.nwsource.com/html/localnews/2003751274_redding17m.html

2. R. J. Rushdoony, Roots of Reconstruction (Vallecito, CA: Ross House Books, 1991), 599.

3. Ibid., 600.

4. Ibid., 599.

5. “ECUSA Flirting with Paganism?” (“¿La Iglesia Episcopal de los EE. UU. coquetea con el paganismo?) http://www.chalcedon.edu/articles/article.php?ArticleID=268Exodus (Vallecito, CA: Ross House Books, 2004), 246.

7. http://www.cathedral.org/exec/search/htsearch?config=cth-sb;words=Interfaith%20Events;page=1

8. http://findarticles.com/p/articles/mi_m0GER/is_n91/ai_20115989/pg_1

9. Rushdoony, Systematic Theology, Vol. I, (Vallecito, CA: Ross House Books, 1994), 628.

10. Ibid., 631.

11. Jim Wallis, The Call to Conversion (“Llamado a la conversion”) (New York: HarperCollins, 2005 edition), 151.


Lee Duigon
  • Lee Duigon

Lee is the author of the Bell Mountain Series of novels and a contributing editor for our Faith for All of Life magazine. Lee provides commentary on cultural trends and relevant issues to Christians, along with providing cogent book and media reviews.

Lee has his own blog at www.leeduigon.com.

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